Jue. May 9th, 2024

*José Manuel Vega Pérez

No está flaqueando mi sentido europeísta ni mi condición de ciudadano europeo. Pero sí tengo dificultad para encontrar las palabras adecuadas y transmitir una vez más a mis colegas europeos que nos dedicamos a la enseñanza la motivación y el esfuerzo para seguir construyendo la Europa por la que tanto hemos luchado durante las últimas décadas.

Existen enseñantes que se limitan a platicar sobre sus materias específicas sin añadir valores sociales o morales y existen quienes se basan o razonan sus materias en experiencias, historia, motivos y convencimiento fruto de la realidad. Ambos, “enseñantes europeos”, tienen la opción de influir ordenadamente en el concepto y los valores de ciudadanía europea, al igual que los hay que hacen lo contrario.

Aquí está la cuestión. Se puede ser enseñante en Europa pero no europeísta y por consecuencia lo contrario, enseñante europeísta en Europa.

Cuando llegue el momento en que los claustros de profesores asuman dentro de los curriculums oficiales y de manera convincente que el hablar sobre Europa y su actualidad y futuro, los valores de la ciudadanía voluntariamente aceptada por los diferentes estados miembros, el compromiso y aceptación de normativas en materias diversas, salud, medio ambiente, energía, políticas comunes, etc., entonces sí empezaremos a desarrollar una auténtica enseñanza con profesorado capacitado para construir una auténtica Unión Europea.

Mucho se ha hecho, y programas transnacionales con mucho éxito. Desde los antiguos Comenius hasta los actuales Erasmus miles de jóvenes y profesores se han sentido auténticos ciudadanos europeos por sus intercambios y no han existido fronteras en sus viajes. Han sido tan ciudadanos griegos como alemanes, españoles como italianos…han sido ciudadanos europeos !!!

La misma Comisión Europea y el Parlamento así como otras instituciones comunitarias tienen programas didácticos e información y medios para apoyar el trabajo de los enseñantes en todos los idiomas y de forma gratuita.

Europa no es solo suma de voluntades, Europa es y falta aún mucho para conseguirlo, una realidad en la que podamos compartir espacio común, libertades y derechos. 

Hace décadas era impensable el nivel de compromiso y lealtad institucional logrado hasta ahora para llegar a donde hemos llegado…   

Pero Europa también tiembla a veces! No solo por las crisis económicas, el Brexit, la pandemia Covid-19, la actual guerra en Ucrania…Europa si tiembla y mucho!

Ahora viene la gran pregunta. ¿Y si no existiera la Unión Europea que habría ocurrido?

Esa unión voluntaria que nos ha permitido crear y creer en la UE es la que nos da la fuerza para hacer frente a los grandes problemas y sentirnos seguros y amparados con nuestro escudo de “ciudadanos europeos”. Ahora por tanto es cuando ante las debilidades manifiestas de otros sistemas políticos, estamos amparados por la democracia y la fuerza que nos da el respeto a nuestros ideales.

De eso hay que hablar en las aulas, en las escuelas, en los institutos, en las universidades.

Qué decir de los 140.000 millones de euros aportados por la UE a España para ayudar a superar las últimas grandes crisis a través de programas y acciones que dan un gran respiro a todas las comunidades autónomas…

Esa forma de enseñar a la que hay que unir el sentimiento y los datos es la que nos ayuda a ser no solo enseñantes europeos, nos permite se mucho más, enseñantes europeístas.

Hoy 9 de Mayo celebramos el “Día de Europa”, la paz y la unidad en Europa. Esta fecha marca el aniversario de la histórica «Declaración Schuman». Desde entonces hombres y mujeres han expuesto y debatido su idea de una nueva forma de cooperación política en Europa, que haría inconcebible la guerra entre naciones europeas.

Son necesarias ideas sobre cómo la UE debe afrontar sus retos y oportunidades en el futuro que construimos cada día. Debemos y tenemos que reconocer que es ciudadano de la Unión Europea toda persona que ostente la nacionalidad de un Estado miembro de la Unión Europea. La ciudadanía de la Unión, por tanto, se une a la ciudadanía nacional sin sustituirla. La ciudadanía de la Unión fue creada por el Tratado de Maastricht en 1992. 

Ya somos casi 500 millones de ciudadanos los que compartimos un modelo de vida y un sistema que queremos perfeccionar cada día.

No podemos quedar ni estar al margen.

Seamos auténticos enseñantes europeístas!

José Manuel Vega Pérez

Vicepresidente Europeo de la Asociación Europea de Enseñantes.

Presidente de AEDE-Canarias

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