Hace sesenta y nueve años (en 1950) el entonces ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, pronunció un discurso pidiendo la unión de todos los países de Europa para avanzar juntos sin más enfrentamientos bélicos, la gran preocupación de aquel momento. Aceptado este punto de partida los europeos nos pusimos a desarrollar una idea que iba a cambiar la vida del Viejo Continente. Dejando atrás décadas de enfrentamientos y guerras, las más mortíferas de la historia de la Humanidad, hemos tejido entre todos unas instituciones, unas normas, unas ayudas, también unas exigencias, que han ido creando una comunidad de intereses y de participación. 

Hoy, 9 de mayo de 2019, la unión Europea es una realidad tangible que ha cambiado la vida de todos los ciudadanos que vivimos en esta región del mundo, alcanzando unos niveles de bienestar, seguridad y confianza en el futuro que habrían sido inimaginables en cualquier otro momento de la historia. La UE es uno de los bloques, junto con EE UU, China y tal vez Rusia, más influyentes no solo económicamente sino social y hasta éticamente. 

Sin embargo, no todo está hecho. Debemos actuar fortaleciendo las instituciones de la Unión Europea, amenazadas por el desafecto de una parte de los británicos pero también por el desapego de otros muchos europeos y por las amenazas de disolución que formulan los grupos populistas. Quizá porque falta una reflexión conjunta sobre el camino recorrido, las metas alcanzadas y el futuro que podemos conquistar juntos. 

Y ahora es el momento para hacerlo. Las próximas elecciones del 26 de mayo nos ofrecen la oportunidad de confirmar nuestro deseo de pertenecer a la Unión Europea, de formar parte de una comunidad envidiada en todo el mundo, y como dice el lema de este año de la UE, «elegir nuestro futuro». 

La esencia de este proyecto hecho realidad es la participación de los ciudadanos que la formamos. Si queremos seguir avanzando en este camino de éxito tenemos que procurar no perder impulso, no dar nada por hecho, participar en el día a día de la construcción más ambiciosa que hasta ahora nos ha propuesto la Historia. La Unión Europea espera, y merece, que seamos activos cada uno en nuestro ámbito de influencia, de trabajo, de vida. 

AEDE Islas Canarias lo ha hecho desde su creación hace más de veinte años. Y es nuestro propósito y nuestro compromiso seguir en esa línea. Como ciudadanos europeos nos sentimos solidarios de un proyecto que modestamente hemos ayudado a crear y con el que tenemos una cita importante el próximo 26 de mayo. Recuerda: vota y «elige tu futuro». 

España es uno de los países más europeístas según muestra el último Eurobarómetro. Los ciudadanos españoles confían más en las instituciones supranacionales como la Unión Europea o Naciones Unidas que en los organismos nacionales. 

El 83% de los españoles se sienten ciudadanos europeos, superando así al 71% de los ciudadanos del resto de la Unión. 

La Educación es clave. La Comisión Europea va a crear una red que de universidades que ayuden a componer el Espacio Europeo de Educación. Este año se conocerán las primeras seis. ¿Nos imaginamos poder cursar una misma carrera en diferentes campus de distintas ciudades europeas? Es lo que diseñará este año la Comisión Europea con seis nuevas universidades que se formarán a través de alianzas entre casas de estudios de diversos países. En 2025 serán por lo menos 20. 

En estas nuevas universidades un estudiante podrá, por ejemplo, empezar sus estudios en Granada, continuarlos en Padua y terminarlos en Lyon. Todo sin los pesados trámites burocráticos que supone a día de hoy estudiar en el extranjero, porque funcionará como una sola universidad. 

Hoy es más necesario que nunca reforzar la ciudadanía europea y la mejor manera de hacerlo es viviendo y estudiando en diferentes países de nuestra comunidad, aprendiendo diferentes idiomas y ampliando nuestro universo. 

Más ciudadanía europea significa más derechos. Las nuevas universidades europeas contribuirán a cumplir el punto del pilar europeo de los Derechos Sociales que dice que «toda persona tiene derecho a una educación, formación y aprendizaje permanente inclusivos y de calidad, a fin de mantener y adquirir capacidades que les permitan participar plenamente en la sociedad y gestionar con éxito las transiciones en el mercado laboral». 

Esta iniciativa también es importante a la hora de impulsar el trabajo. En un espacio de libre circulación de trabajadores como es la Unión Europea, ésta pretende que nuestros jóvenes tengan más posibilidades de trabajar en el resto de países de la Unión. Para lograrlo, la red de universidades europeas será fundamental. 

La idea se gestó en 2017, en la Cumbre Social de Gotemburgo, donde se hizo hincapié en la educación y la cultura como motores de creación de empleo, crecimiento económico y justicia social. 

La firme intención de que los jóvenes reciban la mejor educación posible también se encuentra en la Declaración de Roma de 2017, donde los líderes de los 27 países, ya sin Reino Unido, se reunieron para conmemorar el 60 cumpleaños de la UE y AEDE-Canarias estuvo presente. 

En las elecciones europeas de mayo de 2019 nos jugamos mucho: el futuro de Europa y de los europeos está en nuestras manos. Vivimos momentos en los que algunas ideas alejadas de los ideales de unidad europeos intentan imponerse a través de medios no legítimos como las mentiras, las manipulaciones, las noticias falsas o la desinformación. 

A veces nos preguntamos sobre qué Europa queremos: ¿una Europa de libertades, de derechos humanos y de no discriminación; o una Europa con diferentes derechos según el lugar de procedencia, en la que se cierren las fronteras y donde se pongan en duda los derechos humanos que tanto nos han costado? 

Europa la construimos entre todos y las elecciones son una herramienta esencial para hacer oír nuestras voces en sus instituciones. Existen otros medios para hacernos oír también, pero la oportunidad de este año solo ocurre una vez cada cinco y hay que aprovecharla, acudiendo a las urnas el próximo día 26. 

José Manuel Vega. Profesor y vicepresidente de AEDE (Asociación Europea de Enseñantes)